Una olla quemada y cenizas en la mesa. Coca Light y un chocolate derretido. Cuentas sin pagar y dos mil pesos en monedas. El piso tibio y la ventana abierta. Mis ojos rojos y las manos cubiertas...Simplicidad de la ocurrencia. Todo calza como lo esperé... mi felicidad es cierta y no hay espasmos de dolor ni barro de melancolía... nuestras risas... Sólo vienes aquí, cuando quiero traerte aquí...
Ahora, lo sereno del despojo hace encantador nuestros desequilibrios, en cada ficción diferente...
Ahora, lo sereno del despojo hace encantador nuestros desequilibrios, en cada ficción diferente...
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