Si bien Lolita de Kubrick era mi película favorita hoy se ha convertido en mi gran enemiga. Me reencontre con mis fantasmas, con mi adolescencia y con mi máximo demonio. Claro, aprendí de la belleza de Lolita, de su delicadeza, su manera de seducir a ese hombre mayor, y como Lolita logré enamorar a algunos así. Pero hoy cuando James Mason bebía alcohol y se desesperaba me imaginaba a De Vino llorando por esa jovencita que ya no era yo, por una mujercita menor que debe andar con faldas cortas, moviéndole las caderas, contándole historias universitarias de las cuales De Vino debe reirse a carcajadas, para luego desnudarla, azotarla en el piso, follarla 5 veces seguidas terminar borracho, llorando diciéndole "pendeja rica".
Esas tardes en pirque eran de Lolita. Mi camiseta se ajustaba perfecta a los 18 años cuando él a sus 29 leía el diario en el patio y levantaba su cabeza para observarme mientras me la quitaba y aplicaba el bloqueador. Su delicadeza en ese entonces existía y me raptaba para tener un fin de semana juntos en el campo. A pesar de ser un bruto, me tomaba de la cintura y bailabamos cha cha cha. Reviviamos a Kubrick. Yo quería ser Lolita...también quería burlarme de él, pero no pude porque de él me enamoré. Por lo mismo hoy odio esa película, porque si hubiese actuado como lo hizo Sue Lyon, arrancar con otro en el momento en que estaba enloquecido, hoy no estaría temiendo de su ausencia...imaginando su café en la terraza de Pirque con una dulce jovencita de 20, que no baile con él chachachá, ni tampoco hablen de Kubrick, pero sí saque su pañuelo para vendarle los ojos cuando él dice me molesta el sol, quiero champaña, vamos a la habitación...
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1 comentario:
el maligno... tu muso inspirador!!!
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